“Mis niños quieren aprender mucho y ser útiles para la sociedad vasca”

Alona Kyzyma, científica ucraniana que vive en Bilbao desde hace dos años, ayuda a los refugiados a encontrar trabajo desde UkraniaSOS

Alona Kyzyma Alena Olena
Arantza Rodríguez // DEIA // Foto PABLO VIÑAS

Hace un par de años que la ucraniana Alona Kyzyma se asentó en Bilbao con su familia. “Mi marido y yo somos científicos. Él tiene un contrato en la UPV y yo trabajo con los refugiados”, explica esta mujer, madre de dos hijos y coordinadora de empleo y oportunidades de UkraniaSOS. Un proyecto que se puso en marcha un día después de la invasión rusa y que acompaña a los desplazados en esta nueva etapa de su vida.

A punto de arrancar el curso escolar, la próxima semana, Alona asegura que los menores ucranianos “normalmente tienen ganas de aprender y de hacer nuevos amigos, aunque saben que ir al cole es una responsabilidad muy grande y tienen un poquito de miedo por si va bien o no”. Sus hijos son una buena muestra de que querer es poder. “Como dicen mis hijos: Queremos vivir aquí. Por eso tenemos que estudiar mucho. Mis niños tienen 12 y 9 años y quieren aprender mucho y ser útiles para la sociedad vasca. Por eso aprenden castellano y euskera. Las profesoras siempre dicen que tienen muchas ganas de estudiar”, comenta Alona.

Hacerse con los idiomas requiere un gran esfuerzo, pero, por contra, viven más tranquilos en todos los sentidos. “En el sistema educativo de nuestro país no podemos equivocarnos ni hacer tachones porque sacas notas más bajas. Tienes que escribir todo correcto. Por eso ellos están más nerviosos. Aquí yo veo que la gente está más tranquila. Ven que no pasa nada, aprendemos poco a poco”, señala.

No obstante, comenzar de cero en otro país no resulta nada fácil. “La principal dificultad con la que se encuentran los refugiados ucranianos es el idioma y otro problema más grande y abstracto es la mentalidad. Por ejemplo, nosotros desayunamos mucho, cenamos menos y lo hacemos antes. Además, comemos otras cosas. En Ucrania cocinamos alimentos que aquí no hay y hacemos las cosas en casa de otra manera. Tenemos que aprender cómo se hacen aquí, cambiar nuestros platos…”, pone como ejemplo. “Estoy segura de que cada familia de acogida puede contar qué cosas extrañas hacen los ucranianos”, bromea, en referencia a las diferencias culturales, con una sonrisa.

Las diferencias no se reducen al menú. “Aquí el sistema de educación, de sanidad y de empleo trabaja de otra manera. Por eso no siempre entendemos cómo funciona y necesitamos un poco de tiempo para adaptarnos, aprender y hacer las cosas mejor”, señala.


Txerra Ordeñana García-Undabarrena

“Sin una adecuada comunicación, la empleabilidad es baja; por ello, más de 250 personas han estado aprendiendo castellano de forma intensiva durante el Verano. También les aportamos unas pinceladas de Euskera y cultura vasca para favorecer su mejor integración social”

Txerra Ordeñana – Voluntario de UkraniaSOS



Estética, hostelería e ingeniería

Desde UkraniaSOS Alona echa una mano a los refugiados para elaborar su currículum y busca a las personas adecuadas para cada oferta de empleo. “Hay gente que ya está trabajando. Peluqueras, profesionales de estética, manicura, cosmetólogas no tienen problema para encontrar empleo aquí. Las mujeres que saben castellano, son ingenieras o médicas y tienen diplomas homologados tampoco tienen problemas. Las que no tienen títulos homologados trabajan en hostelería. Muchas saben inglés y pueden trabajar como camareras. Durante los primeros días hablan en inglés y poco a poco van aprendiendo castellano”, explica.

El objetivo de UkraniaSOS en los meses estivales ha sido precisamente “acelerar la inmersión lingüística” de este colectivo. “Sin comunicación, la empleabilidad es baja. De las 650 personas a las que estamos facilitando ayuda directa, 250 han pasado el verano aprendiendo castellano y un día a la semana les ofrecemos pinceladas de euskera y cultura vasca para impulsar su integración social”, apunta Txerra Ordeñana, voluntario de UkraniaSOS.

La gran mayoría son mujeres, pero también hay hombres a los que la invasión de Ucrania les sorprendió fuera del país. “Aquí hay empleo para camioneros y albañiles”, detalla Alona. Aunque la coyuntura económica no acompaña, hay quienes ya han tenido sus primeras oportunidades laborales. “Encuentran empleo por la solidaridad y porque nuestra gente puede trabajar duro.Los primeros contratos son para un mes, dos meses, y ahora tenemos a dueños de negocios que dicen: Me gusta mucho esta trabajadora, queremos hacerle un contrato fijo”, traslada, con la esperanza de oír esa frase muchas veces más.

Alona Kyzyma Alena Olena

“Las personas ucranianas encuentran empleo en Euskadi por sus solidaridad y porque nuestra gente puede trabajar duro”

Alona Kyzyma – Coordinadora de empleo UkraniaSOS


Millesker, Arantza Rodríguez por tu estupenda entrevista en DEIA